Me sentía absolutamente frágil, desbordada y sin ganas de nada. La situación familiar que
estaba viviendo no me dejaba ver más allá. El apoyo emocional que Florencia me ha brindado, además de su paciencia infinita y su gran sabiduría, me impulsaron a salir del lugar de pasividad en el que me encontraba. Gracias por tu cercanía, me siento en calma conmigo ahora, y puedo hacer lo que amo y que tanto tiempo postergué.